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Es una tarde obscura y obstusa de domingo.
Tengo DOS pensamientos
que, no obstante,
son demasiado largos como para enhebrarlos con palabras.
Así que intento relajarme:
cagar un poco, un plátano, un té negro
—hay dos imanes olvidados en un lateral de la nevera—
y quisiera tocar la guitarra
pero tengo las uñas largas e incómodas
y demasiada pereza como para arreglarlas.
Estos versos y yo nos parecemos
entre nosotros y a una —probablemente— mala traducción de Charles Bukowski.
Seguro que él también anduvo rebuscando
en este hediondo cajón de la miseria
pero cambió su té por un trago de whiskey
y su plátano plástico por un cigarro, o dos.
Hay más Bukowskis, tan sólo que no saben
primero que lo son
segundo que no son los primeros
tercero que eso hace que dejen de ser únicos
y cuarto de estar, de costura, de baño y medio.
¡Lo que escupo con tal
de no limpiar el piso —que tan poco he ensuciado!
1 comentario:
Muy frutosa la tarde, sí… Me parecen requetefal dos cosas, namely:
primero, que no pongas comas mientras comes; y
segundo, que uses rayas sin cerrar.
Aparte de eso, que no podía dejar de apuntar, quiero pedirte que ensucies tu piso de una vez. ¡Por Dios santo y bendito! El que caga y se come un plátano y se bebe un té y se rasca las gónadas, y… y sin manchar, ése…, ése no es humano…
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