El otro día me rebuscaba en los bolsillos y me di cuenta de que había perdido una moneda: una de estas monedas pequeñas que pasan desapercibidas. Una moneda cuya pérdida no levantaría sospechas. La has paseado durante años en un bolsillo sin prestarle ninguna atención. Pero sabías que estaba ahí. Entonces, un buen día, descuidadamente, merodeas con tu mano y te invade una cierta desazón. ¿No falta algo aquí? Sí, hombre, ¿qué es?... un relámpago de duda te abisma: empiezas a caer desde un escalón que no habías visto… Tu cerebro es una estampida de búfalos en una biblioteca. El pánico retuerce tus intestinos, te hace sudar, trepida punzante por tus venas hinchadas. Y tras unos segundos que han parecido años, un anciano encorvado aparece de detrás de una sombra. Lleva las manos calladas a la espalda. En su rostro hay regueros de historia de tu vida. Puedes ver tus fracasos en los pliegues pequeños de su boca. Puedes ver tus hazañas palpitando en sus sienes marchitas. Puedes ver tu futuro resonando en su ojo. ¿Su otro ojo? En la cuenca vacía llena de noche ves flotar una minúscula moneda. ¿Cómo podrías cogerla? Él percibe tu duda y se adelanta inmutable a tu pregunta. Su voz atruena en ti crispándote los nervios desgastados: “Sé que vienes buscando esta moneda. No pienses que la has perdido ahora. Hace años, cuando volvías a casa de la escuela, se deslizó al vacío sin tú saberlo. Sin tú saberlo, entonces, perdiste la capacidad de divertirte. Hoy vuelves aterrado a mí, desorbitado, y piensas que podrás recuperarla… ¿Cómo crees que podrás recuperarla? ¿No entiendes que has quedado yermo y roto? ¡Vete de aquí, desaparece! Sabe que esta moneda es ahora de otro niño, de alguien que no se ha hecho aún mayor”
3 comentarios:
Lo que está mejorando a marchas forzadas en este blog es la imaginería. El imaginerío también, sí, pero se presuponía.
Muchas felicidades, señor autor publicado. ;o)
No te preocupes por las pesadillas, con el paso de los años dejas de soñar con el Hermano Hilario.
P.D.: Me alegra comprobar que el Creador llegó a su casa anoche. Lo que no sé es si sano y salvo.
P.P.D.: Publicadas enhorabuenas, que mis servicios secretos me informan. Anda que sí, que cualquiera pueda leer tus poemas y yo no ...
Me aúno a la enhorabuena por publicaciones politécnicas e igualmente comento que me empiezo a palpar con el imagenio de este blog.
Por otra parte yo he perdido, monedas, cajas con cartas, la memoria.... no sé si echarle la culpa a las mudanzas, a mi compañero de piso… perdería hasta el caballo en una carrera (para relacionar el anterior post)
Un abrazo, cabezas.
Publicar un comentario